jueves, 15 de agosto de 2013

composición :: retardo

Basado en el libro "El ojo del fotógrafo" (Michael Freeman) y otros.

Uno de los principios básicos por los que nos deberíamos regir en nuestras composiciones es la intención. Este principio es el que marca la diferencia entre apretar un botón y hacer una fotografía.

El retardo, como el uso de los colores, las luces, el encuadre...etc, es una herramienta más que nos da la posibilidad de mostrar esa intención o propósito.

la geometría

El espectador, en primera instancia, se ve atraído por ciertos elementos de la fotografía guiado, como puede ser el caso, por la geometría de la composición, para descubrir tiempo después un elemento inesperado. Este descubrimiento sorprende al observador y acentúa su interés por lo que está viendo.

Una de las maneras más usuales de conseguir el retardo es mediante la inclusión de personas en un paisaje; habitualmente se encontrarán en la lejanía, pequeñas y cerca o directamente en el final del recorrido visual. Es importante también que el elemento de retardo no se encuentre en el centro del encuadre por razones evidentes.


la luz

En ocasiones utilizo esta técnica para ocultar temporalmente el elemento clave para la interpretación de la fotografía. Una forma de conseguirlo, además de lo explicado anteriormente, es a través del uso de la luz, dando el protagonismo al elemento principal para luego llevar al observador por su recorrido visual hasta dicho elemento clave.

En la foto de la derecha el corazón situado encima de la escalera es la pista que se proporciona para comprender la razón de ser de toda la composición. La luz principal destaca el elemento principal para luego, siguiendo la diagonal de la escalera, llegar hasta el elemento retardado, el corazón, en penumbra.



la yuxtaposición

Aunque la yuxtaposición tiene sus propias claves también es un recurso del que nos podemos valer para crear el efecto de retardo, además de cubrir otra faceta del retardo como es la ambigüedad.

En este ejemplo, y tras una observación de los elementos más obvios de la composición, el espectador se dará cuenta de que bajo el somier hay una persona. El somier ha servido, como elemento yuxtapuesto, para crear el retardo y mantener la atención.

Siempre existe el riesgo de provocar un exceso de confusión tal que el espectador, desconcertado, abandone su exploración e intento de comprender. No obstante, cuando el retardo consigue su propósito la recompensa compensa dicho riesgo.

2 comentarios:

  1. Muy bueno, pero si no llegas a decir que hay un hombre debajo del somier, ni lo veo...

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  2. muy didáctico... no tenía ni idea..
    ni que decir que tampoco había visto el elemento bajo el somier... que puede ser .. cualquier cosa..

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